Durante esta temporada se celebra el décimo aniversario de Fans 1908, y aunque esta entrada quizá debía haberla puesto hace un año, pasó el tiempo y ya me dije que mejor fecha para ponerla que este fin de semana. Y es que precisamente este finde se cumple un año de este viaje, y 10 años de la primera vez que se puso la bandera de Fans (9 Enero de 2005).
Aunque la fecha oficial de la bandera es ese 9 de Enero, ya desde principios de esa temporada se tenía encargada, y sólo problemas con la empresa que la hizo retrasaron su estreno. Durante ese principio de temporada se pusieron varias banderas en la zona de curva de lateral con fondo sur, donde posteriormente se ubicarían el resto de grupos que durante los meses siguiente irían surgiendo. Por lo que se puede decir que ese día 9 es la fecha oficial de nacimiento de Fans, cuando por primera vez se vio la bandera del grupo en las gradas de La Condomina, en un partido contra el Eibar.
Introducidos en materia, vamos al viaje en si. Se podría decir que este viaje esta dentro de los actos de conmemoración del décimo aniversario, ya que dadas las circunstancias personales de cada uno los viajes no pueden hacerse con la asiduidad con que hacían antes.
Como suele pasar, todo comienza casi después de conocerse el calendario de la temporada, y ver las fechas de los partidos de fuera. Pero claro, esto es España y hasta dos o tres semanas antes no se sabe el horario del partido, lo que hace difícil poder planificar nada sobre todo por los billetes de tren y hoteles. Sábado a las 18:30, cojonudo. Ahora a pillar billetes de tren, que por pillarlos tan cerca de fecha nos costaron más caros y separados (Gracias Tebas), y ver la reserva de hotel. Esto último no resulto muy complicado, después de Navidad y sin nada especial en Madrid teníamos plazas de sobra. Viaje y estancia cerrados, ahora a ver trayectos de metro y horarios de visitas, y a esperar a que llegue el día con las fiestas de por medio.
Y el día llego, madrugón para coger el enlace y estar a la hora indicada a la salida del Talgo. Primera sorpresa, para comprar los billetes por la web de Renfe nos costaba más caro si los cogíamos juntos que separados, se entiende que quedarían pocos asientos, y el tren iba prácticamente vacío. Ni a la llegada a Albacete, que esperábamos subiera bastante gente, llegó aquello a la mitad. Así que nos pusimos juntos y ya nos dirían algo si eso. Viaje tranquilo y llegada a Madrid a la hora fijada.
Todos, o muchos de vosotros, sabéis el lío de gente que hay en este tipo de espacios (entiéndase grandes estaciones o aeropuertos), con gente de un lado para otro y continuas llegadas y salidas de trenes. En esto que nosotros bajamos, y como era la primera vez que íbamos a Madrid en tren, íbamos mas lento y sopando todo, nos despistamos de la gente que iba en nuestro mismo tren y nos fuimos para otro sitio en lugar de por donde habitualmente se sale de andenes. Pues nada, vuelta para un sitio vuelta para otro y que no encontrábamos por donde salir de allí. Lo más sencillo hubiera sido preguntar a alguien, pero ya estábamos haciendo bastante el paleto dando vueltas como para confirmarlo. Parecíamos Paco Martínez Soria en La ciudad no es para mi. Y en esto surgió la frase “Madrid, hemos llegado, dejadnos entrar”.
Por fin encontramos la salida, tampoco tardamos media hora pero un euro de suela si que se quedo por allí, y dirigirnos al metro para llegar a Sol que era donde teníamos la pensión. Que ya estará alguno que nos conozca que dirá, que si vamos de sibaritas como es que nos quedamos en una pensión. Pues si, podríamos haber ido a un hotel perfectamente, pero una cosa es que te gusten las cosas con clase y otra suicidarse económicamente. Era una pensión pero eso si, casi en la misma plaza de Puerta del Sol y con vistas a uno de los laterales del edificio de la Comunidad, muy limpia y acogedora. Total para el tiempo que íbamos a estar allí cojonuda, porque nos sirvió de campamento base para entrar o salir varias veces para dejar cosas.
El propósito principal del viaje era ver el partido Real Madrid Castilla – Real Murcia, y la verdad que mucho tiempo hasta que empezara no teníamos. Así que como todo estaba bastante petado de gente, como suele ser habitual por esa zona, comimos en el primer sitio donde vimos hueco para intentar irnos lo antes posible. Nos hubiera gustado algo más típico y menos turístico, pero otra vez será. Un poco de paseo para bajar la comida y echar un vistazo por la Plaza Mayor, y para Valdebebas.
Los recorridos en metro los teníamos bien estudiados, pero aún así era la primera vez que íbamos allí en metro y había que hacer varios trasbordos. Y la caminata desde la última estación a la ciudad deportiva, que en papel parecía lejana pero por suerte no fue para tanto y llegamos bien de tiempo. Este era el primer partido en el que Ultras Sur iba a acudir a Valdebebas a animar al Castilla, desde que Florentino los expulsara del fondo sur del Bernabéu, cosa que sin duda era un aliciente más que añadido en el partido para nosotros. Nuestras entradas eran de sector madridista en tribuna principal, ya que las sacamos con carnets madridistas de amigos, aunque podíamos haber ido a sector visitante sin problema. Pero para que ir al sector visitante con 4 peñistas, pudiendo tener palco vip frente a Ultra Sur y con Florentino en el palco. Unos frente a otro, y nosotros en medio, como para perdérselo.
En la entrada al campo cacheaban a todo el que llevara pintas de ser de Ultras Sur, y lo dirigían hacia una zona acotada para ellos. A nosotros también nos cachearon, y eso que íbamos discretos y sin distintivos de ningún equipo. Unas fotillos para el recuerdo y para adentro, primera fila justo detrás del banquillo murcianista y enfrente Ultras Sur, ubicación inmejorable. Va a comenzar el partido y Ultras Sur empieza a animar. Unos 400-450, que pese a ser campo abierto se oían como si fueran bastantes más. Bufandeo bastante compacto al inicio de partido, y en la valla banderas y pequeñas pancartas, ninguna pancarta oficial del grupo estaba presente.
Ultras Sur no ceso de animar en todo el partido, con varias referencias a Floper que tenía que tragarse desde el palco todo lo que saliera de allí, y comprobar que aunque los hubiera echado del Fondo Sur, allí estaban para animar al club y demostrar quien es el verdadero y único foco de animación del Bernabéu. Sin duda una de las cosas que nos llamó la atención, fue que durante el descanso había colas para hacerse fotos con Florentino, que estuvo todo el descanso de maniquí. Flipante. Nosotros aprovechamos para charlar con un conocido de grada que ahora esta trabajando en Madrid, y estirar un poco las piernas, que no estamos muy acostumbrados a ver el fútbol sentados. En cuanto a animación, si es que se le puede llamar así, por parte de murcianista… nula o casi inexistente. Unos 100 venidos desde Murcia que sólo animaron algo después de los goles y al final del partido.
Y en cuanto al encuentro en si. Empate a 2 en un partido que podríamos haber ganado de haber podido jugar ya no con 11, sino al menos con 10. Ya que pese a que el arbitro puso excesivo celo en que el colista Castilla sacara algo positivo, y a quedarnos con 9 de manera bastante rigurosa, el Murcia hizo un partido muy serio y bien plantado en el campo. Goles de Kike en la primera parte para adelantar al equipo, y Acciari de cabeza en la segunda cuando el equipo iba perdiendo y estaba ya con 9.
Entre la hora a la que acabo el partido y el tiempo de trayecto, llegamos a Sol ya para cenar algo. Esta vez ya no teníamos prisa, así que buscamos algo más tradicional para cenar, y que hay más tradicional que un bocadillo de calamares y unas bravas. Para ser ya Enero y de noche no hacía el frio que espera, menos que en mi pueblo, por lo que aprovechamos para cenar en terraza en la Plaza Mayor.
Los alrededores de la Puerta del Sol estaban bastante animados, con numerosos locales que parecían de marcha. Inspeccionamos un poco para ver un sitio donde tomar algo, pero el desconocimiento del terreno hizo que no nos convenciera ninguno. Así que de paseo por Gran Vía, Callao y a Cibeles para recogernos pronto que ya llevábamos batalla y al día siguiente queríamos levantarnos temprano para aprovechar la mañana.
Al día siguiente la mañana amaneció nublada y con algo más de frio que el día anterior. Sol estaba prácticamente desierta, que junto a la mañana que hacía, dejaban un estampa inmejorable para poder hacer unas fotos con tranquilidad.
Otro de los puntos pendientes era tomar un chocolate con churros en condiciones, y a fe que lo hicimos. En los alrededores había sitios donde tomarlos, pero en plan congelado, así que preguntamos en el kiosko de prensa de la plaza donde poder ir y nos indico un sitio no muy lejano de allí, la chocolatería más castiza de Madrid, la
Chocolatería San Ginés. Así que hacía allí que nos dirigimos, y al entrar es como si retrocedieras más de medio siglo. El mobiliario y decoración estilo años 50, camareros perfectamente uniformados y para que hablar del producto, de los mejores que he probado. Además mientras esperas llegue tu pedido, puedes entretenerte mirando las paredes del local, ya que estaban llenas de pequeñas fotos de los famosos que habían estado allí.
Con la carga de energía a tope nos dispusimos a iniciar el itinerario del día, que no era otro que el Tour del Bernabéu. Independientemente de si se es del Real Madrid o no, este tipo de actividades no pueden faltar a todo amante del fútbol. Un poco caro es, pero también es cierto que como no tienes un guía encima tuyo metiéndote prisa para ir de un sitio a otro, puedes hacer la visita a tu ritmo deteniéndote el tiempo que quieras en cada parte, e incluso volver hacia atrás si quisieras (aunque no era lo más normal). Vamos que puedes pasarte el día entero ahí si lo crees conveniente. Resumiendo el recorrido, se comienza la parte más alta del estadio para ir bajando niveles hasta llegar a los vestuarios y el césped, visitando entre medias museo, sala de trofeos, ante palco y palco presidencial, para terminar en la tienda del club. A ritmo medio se puede tardar fácilmente más de dos horas, así que es aconsejable no ir con prisas.
El tiempo la verdad que paso rápido, y la hora de regresar se acercaba. Dimos una vuelta por los alrededores del campo, y ya aprovechamos para comer en
Casa Puebla, en la esquina con Marceliano Santa María. Como aún teníamos algo de tiempo el café lo tomamos en el RealCafé, en una mesa con vistas al césped. El sitio no esta mal, no es muy aconsejable para bolsillos ajustados, pero para una vez no esta mal. Lo que mas me gusto fue el grifo de cerveza que tenían, la parte exterior era la Copa de Europa.
Y poco más dio de sí el viaje. Vuelta a Atocha para coger el Talgo de vuelta a Murcia, que al día siguiente había que trabajar. Con ganas de que hubiera durado un poco más, pero ya habrá otro momento. Por lo menos a nivel personal si que volveré, espero que dentro de no mucho, para pasar unos días y ver otros de los sitios interesantes que tiene la capital.