Hoy, día de la música, un homenaje a la verdadera música. A la que realmente se siente y a como los artistas les gusta, el directo. Esos directos que tanto echamos de menos, y que parece que aún queda para que volvamos a verlos igual.
Con el paso del tiempo las tecnologías han conseguido cosas buenas y también malas para la música en directo. Buenas, sin duda la posibilidad de poder disfrutar de cientos de directos al alcance de un clic, ver grupos que algunos jamás podremos ver en directo, conciertos que no podríamos ver por la distancia o ver directos que ocurrieron cuando quizá ni siquiera habíamos nacido. Malas, que precisamente esas tecnologías nos hacen disfrutar menos de los conciertos ahora, porque nos los pasamos con el móvil en la mano grabando videos o haciendo selfies para subir a las redes sociales.
Yo también me incluyo, porque no voy a decir que nunca lo haya hecho, pero desde luego que lo evito. Porque un concierto es para vivirlo, para disfrutar del momento, para sentir como la música retumba dentro de ti, para no perderse un detalle de lo que ocurre en el escenario y para tomarse una cerveza disfrutándolo.
Seguro que en internet hay algún video en directo del grupo que has ido a ver, sobre todo si es un grupo grande de los que hay varios conciertos completos. Vale, no es mismo concierto que tu has ido a ver, pero lo que vas a sentir en el momento del concierto no lo vas a sentir viendo los videos que has grabado, porque seguro estabas más pendiente de grabar que de sentirlo. Así que, cuando vayas a un concierto, guarda el móvil y disfruta. Total, si te llama alguien no te vas a enterar.
Y recuerden, un día sin música es un día perdido. Feliz día.
Durante todo el tiempo que llevamos de estado de alarma, incluido el periodo de confinamiento, apenas he publicado un par de entradas además de la típica de Viernes Santo. Y es que en contra de lo que muchos suponen, apenas he tenido tiempo de aburrirme, y de quizá tener más tiempo para dedicarle al blog y poner más entradas.
Tampoco es que haya estado picando piedra, pero como por suerte no he dejado de trabajar (más que el tiempo que la empresa decidió por motivos de distanciamiento), y que durante las primeras semanas mucho de ese tiempo se dedicó a lo típico que hizo casi todo el mundo: limpieza general, ordenar el trastero,… Pues el tiempo pasó bastante rápido, y no he podido profundizar en unas entradas que tengo pensadas desde hace bastante tiempo para el blog, pero que requieren de tiempo para investigar.
Evidentemente en una situación como la que hemos pasado y estamos pasando tiempo hay, pero quizá he preferido dedicarlo a terminar otra serie de cosas y ordenar ciertos aspectos que también requieren mucha dedicación, y que ya venían de lejos. Tal es así que ni terminé la serie que tenía a medias y que había comenzado antes de la pandemia.
Lo único que si he hecho, y podría considerarse un pasatiempo, durante estos tres meses, es ver bastante Teledeporte. Este canal, vio casi totalmente desaparecida su programación ante la paralización global de todos los deportes. ¿Solución? Pues se están dedicando a desempolvar el inmenso archivo que tiene Televisión Española y a volver a emitir alguno de los mejores momentos del deporte español y mundial de los últimos años. Atletismo, baloncesto, futbol, gimnasia, voleibol, natación,… y como no ciclismo. Todos los mediodías ciclismo, una etapa del Tour o Vuelta, un mundial o una clásica, de los últimos años o de principios de los 80, está siendo una gozada volver a ver grandes etapas y con su narración original. Porque en YouTube hay algunas, pero muchas no están completas o no tienen muy buena calidad, pero ahora ponen la retransmisión completa de ese día y con una calidad bastante buena.
Otra de las cosas que volvieron a echar fueron los programas Chócala, donde a través de 14 capítulos cuentan la historia del baloncesto desde sus inicios hasta principios de los 90.
Hace bastante tiempo ya, un amigo y yo teníamos la costumbre de quedar en su casa los sábados por la mañana, para tener un debate sobre casi todos los temas que tenemos en común, que son bastantes: música, deportes, política, amigos, salidas,… Uno de esos días me dice: “mira lo que he grabado, lo pusieron hace poco en televisión y sólo tengo un trozo”. Era uno de esos capítulos, concretamente parte el capítulo número 13. Lo flipamos, porque por aquel entonces no era muy normal poder ver jugadas de la NBA y menos de aquella NBA de finales de los 80 y principios de los 90. En uno de los fragmentos de ese capítulo hicieron un montaje sobre Charles Barkley, con algunas de sus mejores jugadas y de fondo el Dancing in the dark de Bruce Springsteen. La cinta VHS que contenía ese fragmento pasó a mejor vida, pero antes conseguí copiar a otro VHS ese fragmento. Hoy aún conservo el VHS, el amigo y los debates, aunque estos últimos han pasado a ser en un bar con una buena pinta de por medio. Y cada vez que oigo esta canción no puedo evitar soltar un… Chócala !!!