jueves, 23 de noviembre de 2023

La bso de mi vida 7

El día de San Clemente lo típico era subir al castillo, pero como sólo es fiesta en Lorca los que estaban estudiando fuera tenían que ir a clase y no podían seguir con la tradición. El paso del instituto a la Universidad hizo que no todos siguiéramos el mismo camino, y como unos estaban en Murcia, alguno incluso más lejos y otros aquí pues ya no podíamos juntarnos para subir a pasar la noche al castillo. 

Así que los que estábamos aquí y teníamos el día de fiesta aprovechábamos hoy para ir a Murcia a visitar a los amigos que estaban estudiando allí. Pasábamos la mañana dando una vuelta por El Corte Inglés, visitar tiendas míticas de discos de la capital, y esperar a los amigos en la Plaza de las Flores para tomar el aperitivo. Para comer mejor en su piso, que tampoco éramos ricos y había que probar las dotes culinarias de los cocinillas del piso. Tampoco es que estuvieran como para ir a Master Chef, pero si les llegaba para hacer la comida típica del estudiante, macarrones con atún. 

 

Después del café era el tiempo de que los anfitriones hicieran de guías por tiendas y lugares que por entonces no teníamos en nuestra pequeña ciudad. Recuerdo que uno de esos días compré alguna prenda en Springfield, que por entonces era como comprar un Armani para nosotros ya que no lo llevaba mucha gente aquí, y una chaqueta bomber en una tienda de ropa de montaña y aventura que había cerca de la Circular. Ventisca creo recordar que se llamaba. Y poco más, comprar unos pasteles de carne para llevarlos a casa y despedirse de los amigos hasta el finde que volviéramos a vernos, que al día siguiente había que volver a nuestros quehaceres. 

 

El caso es que esta canción estaba en todo lo suyo en ese momento, y ese día seguro que la oímos más de una vez, ya que cada vez que la vuelvo a escuchar me viene a la memoria uno de esos días de San Clemente en la capital de la Región.