Esta es la historia del Margatania FC, un equipo de una liga infantil catalana, que pierden partido tras partido, y donde marcar un gol se convierte ya en una odisea. Pero no importa, porque todo objetivo deportivo queda en segundo plano ante los valores humanos. Da gusto ver como en la banda están los padres animando a los chavales, como el entrenador no se enfada, dándoles la buena cara que necesitan y demostrándoles que esto no es más que un juego más. En muchos campos de estas edades por desgracia no se ve esta actitud.
Estos zagales si que tendrán una buena base emocional y de escala de valores, y desde luego que de mayores no necesitaran ser del Madrid o Barça.
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