Horto Magiko

Ni NBA ni leches, baloncesto europeo. Mucho mate, mucho pase por la espalda, mucho “showtime”, pero luego las gradas son un puto cementerio de comedores de perritos y pollo frito. Todo muy tranquilito, donde jugar fuera de casa no es un hándicap para ganar el partido. En Europa, jugar fuera de casa sí que es jugar con presión, sobre todo cuando te juegas el pase a la Final Four en casa de un equipo griego, croata, serbio y compañía.

Esto es lo que se va a encontrar el Barça esta tarde y el jueves. 18000 espectadores llenaran el OAKA para llevar en volandas al PAO hasta la Final Four de Barcelona. El Horto Magiko de la Gate 13 retumbará en los oídos de los jugadores contrarios, en cada ataque, en cada defensa, en cada tiempo muerto. La traducción del cantico es la siguiente:

Es una hierba mágica, dadme un poco a probar, a soñar con mi PAO y gritar hasta Dios: Mi Panatha, te quiero, como la heroína, como una droga dura, como el hachís, lsd, para ti (o: contigo) PAO el mundo entero está drogado, el mundo entero. Mi Panatha, mi Panatha, te quiero, te quiero, dondequiera que puedas jugar te seguiré siempre, yo te sigo. PAO aquí, PAO aquí, PAO allí, PAO allí, dondequiera que puedas jugar siempre estaremos juntos, siempre juntos.

Otro día, los seguidores del Partizan. El Pionir Hall es otra olla a presión del baloncesto europeo.