Todos tenemos un rincito propio, un sitio que podemos decir que es especial para nosotros. Más grande o más pequeño, es donde pasamos el mayor tiempo posible. En realidad es algo innato, es como nuestra madriguera, nos trasmite seguridad.
Desde pequeños a la adolescencia es nuestro cuarto, esa habitación que para nuestros padres era un simple dormitorio lleno de enredos, pero que para nosotros era como nuestro castillo. Un lugar que aún perteneciendo a la misma casa donde vivíamos con nuestros padres, era como Mónaco, un estado independiente. En él teníamos nuestras cosas y estaba decorado a nuestro gusto (siempre que la ONU nos dejara, claro).
Con los años, ese rinconcito se puede hacer tan grande como una casa, o tan pequeño como un sofá, depende de si se vive sólo o en familia, o de la misma persona. Cuando uno tiene ya su propia casa, siempre hay un lugar que consideras especial: El sofá en el que lees, el lugar donde tienes el ordenador, el espacio que has reservado para la colección de miniaturas de vete a saber qué, donde oyes la música que te trae recuerdos,… Normalmente esos lugares tienen una pequeña lámpara o una luz tenue que es la que acompaña a nuestros ratos de relajación, esos momentos en los que no sientes el tiempo, ese lugar que aún siendo conocido sientes que no te podrán alcanzar.
Incluso aquellos más nómadas o sin una residencia estable, tienen su rinconcito. Quizá ellos lo extrapolen a un parque, una cafetería, una ciudad o incluso un país, pero cada vez que estén allí suspirarán hondo y pensarán, ojala se parase el tiempo durante un rato. Y tú, ¿tienes tu rinconcito?
2 comentarios:
el titulo del blog es una canción de celtas cortos! jaja m'encanta.
te sigo!
Efectivamente, es el título de una canción instrumental de Celtas Cortos. Para mí las mejores de este grupo, pese a ser las menos conocidas.
Gracias por visitar el blog y por seguirlo. Visita la primera entrada, para que te hagas una idea de lo que hay y de lo que aparecerá.
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