Ahora que está punto de terminar el verano, al menos la estación meteorológica, una de esas pequeñas cosas que me hacen llevarlo es la cita semanal con El comisario Montalbano. No se cuantos años lo habrán repuesto por estas fechas, pero a mi ya me parece casi tan clásico en verano como Verano Azul (que este año volvieron a ponerla).
Puede parecer una tontería, pero simplemente el echo de esperar a que llegue el martes para ver la serie hace que la semana se me pase más rápido, al día siguiente ya estás en mitad de semana y una menos para que acabe el verano.
Para quien no haya visto nunca la serie, es la típica serie policiaca de investigación y resolución de casos pero ambientada en el sur de Italia, con las particularidades que esa zona tiene. Y como todas las series del estilo, como Colombo, Monk, los misterios de Laura, el Comisario,… es precisamente la forma de resolver los casos y el desarrollo de los personajes lo que te engancha a ella, tanto los protagonistas como los secundarios.
Una de las pegas que le veo yo a esta serie es que los capítulos a veces son demasiado largos. Como media suelen ser de una hora y media, pero hay alguno que está cerca de las dos. Y en series de este estilo, donde tienes que estar atento a los detalles e incluso conectar algunas cosas con lo ocurrido en capítulos anteriores, hace que te pierdas o te resulte a veces pesado. Y es que en cada capítulo suelen meter alguna pequeña historia o investigación que no tiene nada que ver con la principal, bien para despistar o como forma de relleno, o que cuando piensas que el capitulo está a punto de terminar porque esta ya casi resuelto, una nueva pista o acontecimiento lo reactiva otros 20 minutos.
Como detalles de la serie podría destacar: la casa que tiene el comisario que es espectacular, poco segura pero con una localización inmejorable; También una cosa que llama la atención es el estado de prácticamente todos los edificios que aparecen, creo no haber visto alguno que no estuviera construido antes de la segunda guerra mundial, incluso algunos da la sensación de haber pasado por ella y no haberlos tocado. Edificios muy viejos, con grandes puertas y ventanas, muebles más propios de la época victoriana que del siglo XX y cortinas enormes; Esto será herencia de las películas americanas, pero siempre pueden aparcar en la puerta de todos sitios y tráfico prácticamente inexistente. Lo que no se es donde meterán los coches que haya, porque con los edificios tan viejos no se ve que ninguno tenga garaje; Lo que diferencia a esta serie de otras policiacas es que es italiana, y el comisario como buen italiano es un latinlover. Es raro el capítulo donde no se lía con la protagonista de ese capítulo, que por supuesto es una mujer espectacular, pero ya no porque el vaya a buscarlo sino porque lo buscan a él. Será la erótica del cargo, porque un tipo como el aquí se iba a comer un truño, pocas pegas que le iban a poner las Miss Mundo de mi pueblo: es bajo, no está depilado, es calvo !!!; Y si antes he comentado lo de los personajes secundarios, es imposible no te enganchen Catarella o el doctor Pasquano.
La sintonía también me resulta muy curiosa, es como si dos canciones o sintonías sonaran a la vez, pero del mismo modo queda bien.
Si con todo esto aún te han quedado ganas de descubrirla o volver a verla, en RTVE Play está disponible al menos hasta finales de Octubre.
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