Pese a que algunos se empeñaron a final de la pasada temporada en que el Real Murcia no había bajado de categoría, la realidad era irrefutable y si que lo había hecho. Según ellos seguíamos en 2ª B, pero con otra nomenclatura.
Pero la realidad es que, con la reforma de las categorías no profesionales del futbol español, el Real Murcia disputaría esta temporada la cuarta categoría del futbol español. Que si bien ya no era la cuarta categoría de antaño en la que sólo jugabas con equipos mayoritariamente de tu comunidad o provincia, si que tenías que ascender dos categorías para volver a estar en el futbol profesional. No estábamos en 2ª B pero tampoco estábamos en Tercera, estábamos en la 2ª B de la 2ª B que eso ya si que es patético. En las altas esferas futbolísticas alguien debía estar muy contento, viendo como podía hundirnos aun más de lo que lo hizo en aquel verano de 2014 cuando nos descendió a 2ª B y nos desterró al grupo del norte, teniendo que hacer más de 1000 km para cada partido fuera de casa.
Hoy todo parece muy lejano desde la alegría del momento. Aún no estamos en el lugar que por méritos deportivos no debimos abandonar, y más cuando si se aplicasen esos famosos ratios que tanto berreaban entonces a más de un equipo, el futbol profesional se iba a quedar bastante despejadito. Dinero debemos, bastante, pero ni somos los únicos ni los que más debemos.
Quieren vernos caer, y lo han visto, pero nos hemos levantado tras cada caída. Recuerdo que de pequeño veía la lucha libre por televisión, aquella lucha libre con Hulk Hogan, El último guerrero, Los sacamantecas,… pero mi favorito era El enterrador. Cuando creías que le habías ganado, cuando peor lo veías,… se volvía a levantar. Así es el Murcia socio, así es el Puto Real Murcia.
La temporada empezó con un presidente y ha terminado con otro. No voy a decir si uno es mejor que otro, porque cada cual tiene sus cosillas, pero en el haber de Francisco Tornel se encuentra sin duda el confiarle la dirección deportiva a Manolo Molina. Mi paisano supo crear un EQUIPO con palicos y cañicas, que supo completar en el mercado invernal con jugadores que han resultado ser realmente determinantes en el devenir de la temporada regular y en los play offs. Y en el haber de Manolo, el confiar un banquillo tan caliente como el murcianista a Mario Simón, que ha sabido crear un equipo sin egos y en donde cualquiera pudiera sentirse valido.
La temporada tiene un punto de inflexión. Tras un comienzo titubeante, la derrota en Alicante ante el Hércules hace saltar todas las alarmas. El equipo cae a mitad de la tabla, se ve peligrar ya no solo el primer puesto si no incluso la clasificación para los Play Offs, y ya se pedía la cabeza del entrenador e incluso de algún jugador por su dudoso rendimiento. Las protestas de los aficionados granas desplazados a Alicante en la puerta de salida de la expedición grana, retrasando la misma durante más de media hora, resonaron durante toda la semana.
Y tras la tormenta llegó la calma. El equipo encadenó 13 jornadas sin conocer la derrota, que no venciendo en todos, pero afianzándose en la zona de Play Offs y peleando por la primera plaza que daba el ascenso directo. Y fue en esos momentos cuando apareció la mano negra, y el equipo empezó a sufrir misteriosamente decisiones arbitrales bastante dudosas, con fallos bastante clamorosos por parte del trencilla de turno. Fallos que supusieron una perdida de puntos lo suficientemente considerable como para eliminarnos de la lucha por la primera plaza. Tras las quejas por parte de todos los sectores del murcianismo, incluso del club, que casualidad que esos errores desaparecieron cuando ya era seguro que no teníamos opciones de ascenso directo. Llamadme mal pensado, pero es que no creo en las casualidades, y menos prolongadas en el tiempo y en el espacio.
Así que no quedaba otra que asegurar el Play Off e intentar quedar segundo o tercero para tener ventaja en los cruces. Clasificación que no se consiguió hasta a falta de un par de partidos, y quedando finalmente tercero tras el pinchazo del Hércules en la última jornada.
Los Play Offs se disputarían en una sede fija y en eliminatorias a partido único. La federación designó la provincia de Alicante para la disputa de los partidos de Play Off de ascenso a Primera RFEF. Si la finalidad de los de arriba es hundir al Murcia, creo que no eran conscientes de lo que acababan de hacer. Un Play Off fuera de casa pero lo suficientemente cerca como para poder hacer un desplazamiento masivo y cómodo de la afición, ni elaborado a posta. Al Murcia lo que le pesa en las eliminatorias es su propio campo, jugar el partido decisivo de local ante su afición, ahí se ha palmado ascenso tras ascenso. Pero esta vez no iba a ser así, aunque los que estuvieran en el campo fueran exactamente los mismos que estarían en Nueva Condomina, pero no es igual. El ambiente cuando juegas fuera no es igual, y se nota.
El sentimiento murcianista durante estas dos semanas ha sido impresionante. Sólo en Play Off de ascenso a primera o cuando se ascendió a Segunda después de tantos años en 2ª B hubo un ambiente similar. Pero es que la ilusión y las ansias de partido durante los días previos, muy muy pocas veces se ha visto. Balcones engalanados, iniciativas en los colegios, venta en HORAS de las entradas,… y con la suerte que tenemos temía que si no se ascendía la hostia fuera muy grande.
La semifinal fue contra el filial del Racing de Santander. Para ellos la clasificación para los Play Offs fue un premio, ya que su objetivo era la permanencia. El equipo vendría a disputar el encuentro e intentar ganar, sin duda, pero durante la semana los rumores que llegaban desde Santander es que quizá no les interesara mucho ascender. Con el primer equipo recién ascendido a Segunda, el coste que tendría para el club santanderino mantener un equipo en Segunda y otro en Primera RFEF, como que no lo tenían muy claro. Así que veían el partido como una experiencia para los jugadores, en su gran mayoría muy jóvenes, y que vivirían un partido de máxima exigencia, en un campo histórico, ante un rival no menos histórico y que llevaría una gran cantidad de aficionados que tendrían en su contra. Y el partido fue más o menos así, el Rayo Cantabria tuvo sus opciones, pero apenas inquietó la meta de Miguel Serna. El Murcia controló el encuentro en todo momento, y el ritmo de partido no fue muy alto. O al menos así me lo pareció a mí, cuando en el minuto 90 y perdiendo, el Rayo Cantabria no presionaba ni metía balones al área, que es lo que haría cualquier equipo que realmente se esté jugando la vida.
En cuanto a la afición, el ambiente fue impresionante. Concentración previa para ir en corteo al estadio, recibimiento al autobús del equipo (uno más que pasará a la historia, como en Valencia), ambientazo dentro del estadio,… Unas 8000 personas se desplazaron hasta Alicante, completando casi todo el fondo y gente en preferente y lateral desperdigada.
Tras una semifinal más tranquila de lo esperado, llegó el partido decisivo contra el Peña Deportiva Santa Eulalia de Ibiza. Este parecía que iba a ser un partido ya más en serio, quien ganara ascendía directamente, y al haber terminado los dos en tercera posición en liga el empate no valdría para evitar los penaltis. Sin embargo, durante la semana llegaban rumores desde las islas de que quizá el ascenso no interesara mucho al Peña Deportiva. Quizá para quitarse presión, pero empezando por el presidente que dijo que si no ascendían no sería un fracaso, que la categoría del Peña Deportiva era la 2ª RFEF; a los periodistas de las islas, que también argumentaban que un ascenso supondría un fuerte desembolso al equipo para adecuar el campo a las exigencias de la 1ª RFEF. Y es que el campo municipal de Santa Eulalia es de césped artificial, superficie no permitida en la tercera categoría del futbol español, además de tener que ampliar aforo y reforzar la iluminación. Pero al final los jugadores son los que están en el césped, y durante el partido no piensan en esos factores y quieren ascender. El partido fue bastante disputado, pero salvo el inicio de la segunda parte que fue donde el Peña Deportiva hizo su gol y creo más peligro, el resto del partido fue el Murcia quien tuvo un mayor número de ocasiones y más claras.
Si para la semifinal fueron unas 8000 personas, para este la locura fue total. Entre 12 y 13 mil fueron los desplazados hasta Alicante, ocupando todo el fondo norte y gran parte de preferencia y tribuna. Ese era uno de los aspectos que preocupaba al mister del Peña Deportiva, como gestionarían sus jugadores la presión, ya que muchos lo máximo que habían jugado es en campos con dos o tres mil personal, y siendo lo normal una media de entre 500 y 1000. Los rituales se repitieron: concentración previa, corteo al estadio, recibimiento al autobús del equipo,… y dentro del estadio ambientazo.
Este partido no se lo quiso perder nadie, ni tan siquiera algunos de los rostros más conocidos que alardean de murcianismo, todos enfundados con la casaca grana. Así, entre los asistentes al encuentro se pudo ver a los expresidentes del club Francisco Tornel y Chema Almela, al conocido periodista Sixto Miguel Serrano con su familia, e incluso al mismísimo Loco Acciari, que acudió con familia y amigos y estuvo en el fondo como un hincha mas animando al Real Murcia.
Tras el pitido final la alegría fue incontenible, y apenas en 30 segundos el césped se había teñido del grana de las camisetas de los múltiples aficionados que habían saltado al césped para celebrar el ascenso. A los jugadores no les dio tiempo ni a recogerse a vestuarios o a celebrarlo entre ellos, siendo literalmente absorbidos por la marabunta.
La celebración en el césped se trasladó a la Circular de Murcia, que no veía un ascenso grana desde hacía 11 años, aquel ya lejano 2011 del ascenso a 2ª en Lugo.
Hoy trascurrida una semana ya, aún la gente sigue tan enchufada como si fuera el mismo día del partido, poniendo en sus perfiles y redes sociales fotos y videos de lo vivido estas dos semanas. Ahora a pensar en la próxima temporada, con los pies en la tierra y con cautela, que sobre todo lo que se va a hacer largo va a ser el verano hasta que comience la próxima liga.