Dicen que la música que escuchas y sientes como tuya hasta los 18 es la que va a determinar tus gustos musicales, y que esos grupos te gustaran el resto de tu vida. Bueno, es una afirmación con la que estoy parcialmente de acuerdo.
En mi caso, digamos que el poso o la base de mis gustos musicales si que se fraguaron durante esos años, sobre todo en cuanto al estilo musical. Pero también hay que decir que durante ese tiempo, en los que no era tan fácil el acceso a la música como lo es hoy, yo tenía acceso a una cantidad de música que mis coetáneos ni conocían, sobre todo hasta la llegada al instituto.
Esa situación vivida es la que pudo influir en que a día de hoy tenga un gusto muy ecléctico con unos pilares básicos, punto para la afirmación inicial. Sin embargo, si tomamos esa afirmación como totalmente cerrada se supone que ya cualquier grupo o incluso estilo que saliera después ya no podría gustarte.
Escuchar nuevos grupos constantemente hace que de vez en cuando salga uno que te provoca un chispazo, similar al que tenías cuando eras joven. A veces ese chispazo queda en sólo en la leve descarga de una canción, pero en otras… escuchas otra canción y otra, y otra, y desde entonces ese grupo comienza a formar parte de tu vida.
Eso fue lo que me ocurrió a mi con este grupo, del que no había oído hablar nunca pese a llevar unos cuantos años ya y que hoy forma parte de mi vida. Quien sabe, quizá alguno de los que leáis esto en algún momento a los que les comience a ocurrir lo mismo.
Y recuerden, un día sin música es un día perdido. Feliz día de la música.