El Sargento Hartman os desea Feliz Navidad !!! 😆
viernes, 25 de diciembre de 2020
jueves, 24 de diciembre de 2020
Anuncios navideños que emocionan 2020
domingo, 20 de diciembre de 2020
El virus que cambió nuestras vidas
Una de las cosas que si nos cambiaron por completo fue el introducir 3 elementos en nuestra vida diaria aún a día de hoy: Guantes, mascarilla y gel hidroalcohólico. Sobre todo estos dos últimos, ya que los guantes se usan menos. Al principio resultaba bastante difícil encontrar cualquiera de estos tres elementos, incluso en los puestos de trabajo, y su precio era bastante elevado. Así que mucha gente, mientras no se podían encontrar elementos homologados a un precio asequible, pues se las ingeniaba como podía para protegerse. Entre todos los videos o fotos que durante esos días te podían llegar al móvil con EPIs rudimentarios, este sin duda es el mejor.
Y como en general la gente tenía mucho tiempo libre, y otros muchos no podían trabajar de lo suyo (dicese músicos, actores, presentadores,…), pues se popularizó lo de realizar programas de tv mediante video llamadas con cada uno de los presentadores en su casa, conciertos en streaming de una manera similar,… Contenidos que intentasen amenizar a la gente durante estos días, y que todo siguiese siendo lo más normal posible. La mayoría de YouTubers no vieron mucha variación en su actividad, pero si que muchos durante esos días se didicaron a hacer cosas que normalmente no hacían. Uno de los que yo sigo, Kira Sensei, emitía directos de dos horas casi cada dos días, sobre como se estaba llevando la cuarentena en Japón, como era allí en comparación con España, noticias curiosas, y en general los temas que los seguidores le planteaban. Directos que compartía con Darma, los cuales vi todos y la verdad me entretenían mucho durante esos días.
La programación de muchos programas varió mucho durante esos días, sobre todo los deportivos. Los fines de semana, pese a no haber competiciones deportivas, en Onda Regional seguían emitiendo el programa En Juego. A falta de partidos, pues llamaban a entrenadores, jugadores,… para ver como llevaban el confinamiento, ponían música, y en general hablaban un poco de todo. Y realizaban un “concurso” bastante chorra llamada Saber y No Ganar, donde se hacían preguntas sobre datos absurdos del mundo del futbol. Lo mejor los premios, los singles más cotizados de la música, como el de Tata Golosa o Daddy Yankee. Y después, un programa llamado Hollywood Confidencial. En el que se hablaba de cine, series y bandas sonoras. El programa me recordaba a aquel que oía hace mucho tiempo en la Cadena Ser, El Cine de LoQueYoTeDiga. Más que por la similitud entre ambos, porque es poco frecuente haya programas de cine en la radio.
Otro ejemplo de variación en la programación televisiva, fue que programas que basaban su contenido en videos que se graba la gente viajando, haciendo cosas curiosas y demás dejaron de existir por falta de contenido, evidentemente. Y que fueron sustituidos por otros como Balcony Stories XL, que era como los anteriores pero con videos que la gente se había grabado en casa durante la cuarentena. TVE también estrenó una serie llamada Diarios de una cuarentena, que fue criticada por muchos ya que en el trasfondo de la serie se vivía la cuarentena como si fuera una fiesta, prácticamente sin mencionar el porque se había llegado a esa situación. La serie no es que valiera mucho pero por lo menos variaba la programación, en la que no había nada más que especiales sobre el coronavirus y hasta los programas normales como matinales o de tarde era monotemático, ya cansaba.
Pasaban los días y al final se confirmo la suspensión de la primera gran fiesta que había en el calendario, la Semana Santa, que no fue más que el preludio que todo lo que llegaría después: la suspensión de toda fiesta, tradición, festival o acto que conllevara una reunión de gente. La Semana Santa celebrarse se celebró, pero fue tan atípica y triste que parecía que no lo era, y mira que la gente le puso ganas. Los días en los que se tenían que celebrar los primeros actos, anuncio y pregón, llovió. Se ve que a quien corresponda por ahí arriba, no le avisaron de que habían suspendido toda la Semana Santa, y el siguió con su rutina de todos los años de agua alguno de esos días… o todos. Durante los días claves la gente los vivió desde sus balcones: sacando sus pañuelos, lanzando sus vivas, compitiendo con los vecinos a ver quien ponía el himno de su paso más fuerte,… Un desastre en todos los sentidos para los que somos procesionistas, pero no quedó otra. Y que con suerte se pueda celebrar algo el año que viene, porque malas trazas tiene.
Una cosa verdaderamente curiosa aquí durante la cuarentena fue que era raro la semana que no llovía al menos un día, cuando no dos o tres. Ya no sólo porque hubiera temporal y estuviera todo el día nublado y lloviera a ratos, sino incluso días donde la mañana había sido muy soleada, comienza a torcerse se oyen dos truenos, cae un chaparrón y otra vez solazo. Esto en otros sitios quizá es más normal, pero aquí que a veces se pasan meses que no cae una gota, que estuviera durante toda la cuarentena lloviendo de seguido más que en todo el año, no es muy normal. Las suspicacias de que el tio de la avioneta también estuviera de cuarentena salieron desde el segundo día de lluvia. Y así siguió prácticamente hasta el mediados de Junio.
Durante la cuarentena hubo una gran beneficiada, la Tierra. Nosotros somos su peor virus, y durante este tiempo en el que gran parte del planeta quedó paralizado se demostró. Las restricciones de movilidad hicieron que la contaminación en muchas de las grandes ciudades bajara a niveles de hace 50 años. Esas restricciones donde más se notaron fueron en el trafico aéreo, donde llegó hasta tal punto en el que no había ni un solo avión sobrevolando el espacio aéreo español, con el consecuente ahorro en combustible y su emisión a la atmosfera. La reducción de la actividad pesquera conllevo una regeneración marina sólo comparable a la acontecida durante la II Guerra Mundial. La escasa presencia humana en las calles, hizo que los animales recuperaran por un tiempo ciertas zonas que el hombre les había arrebatado con sus construcciones, viendo en zonas urbanas animales como zorros, ardillas, conejos y otra serie de animales que normalmente no suelen verse ya en pleno asfalto.
Y después de tanto tiempo encerrados, y de que por fin el número de contagios y fallecidos se redujera, nos dicen que podemos empezar a salir. Eso si, de forma escalonada con lo que se denominó fases de la desescalada. Que consistían en 5 fases, de la 0 a la 4 o Nueva Normalidad, donde se podían ir haciendo cosas como que los mayores o niños pudieran empezar a salir, apertura de comercios no esenciales, o a hacer deporte, con unas franjas horarias para cada cosa o franja de edad. Pero como los españoles somos como somos, y ya era mucho el tiempo que se estaba encerrado, en cuando dijeron que se podía hacer deporte salió la gente como los toros en San Fermín. Durante esos primeros días salió hacer deporte hasta el que no lo había hecho en su vida, sólo por el echo de poder salir de casa, con lo que se produjeron autenticas marabuntas de gente en ciertos lugares, y donde el acto de hacer deporte servía de excusa para quedar con las/los amigas/os mas para charlar que para lo que realmente se salía. Había situaciones bastante cómicas, con gente que llevaba zapatillas prácticamente de museo, chándal de tactel, o incluso con chándal y zapatos de vestir. El caso era salir.
Algo que resulto polémico en el momento de salir las fechas de la desescalada, fue que estas fases terminaban precisamente el fin de semana anterior al Día del Orgullo Gay. Con lo que ya hubo polémica por si se iba a permitir realizar el desfile y actos, con las aglomeraciones que se producen esos días, y más después de todo lo dicho tras las del 8M. Al final todo quedó en nada, pero resulto curioso si realmente todo hubiera terminado a finales de Junio, toda la pandemia hubiera estado concentrada entre esos dos días, más por el empecinamiento del Gobierno de que esos actos trascurrieran con normalidad que por otra cosa.
Esa apertura nos llevó precisamente a eso, a un aumento de casos otra vez. A la gente en cuanto se le dio un poco de cancha libre se olvidó de la situación, y la cantidad de fiestas, botellones, reuniones familiares y de amigos,…. donde la gente se relajaba y no cumplía con las medidas de seguridad, pues hicieron que los casos repuntaran y hubiera zonas o municipios que volvieran durante varias semanas a alguna de las fases de la desescalada. Todo esto hizo que se pusiera en tela de juicio el inicio del curso escolar, y que incluso en algunos lugares, como fue Lorca, se iniciara con retraso con respecto al resto de localidades, teniendo que hacerlo de manera virtual.
Y llegamos ya casi al final de este relato, inmersos en el final de una segunda ola que se inició tras el verano, y que en muchos sitios de España (como en Murcia) o de Europa fue más dura y mortal que la primera. A las puertas de la Navidad, donde las calles se llenan de gente buscando los regalos navideños, las comidas los días señalados, y con los casos bastante altos tras el puente de la Inmaculada y Black Friday, quien sabe lo que nos espera el próximo mes. Quizá de para una segunda entrega de este relato.
Estos últimos meses los he relatado más rápido, ya que aún con ciertos altibajos en cifras, restricciones varias o incluso amenazas de un nuevo confinamiento, la gente va haciendo más o menos su vida normal en la medida de las posibilidades.