Cuando la tristeza de unos es la alegría de otros

En toda competición deportiva, para que unos ganen otros han de perder, sobre todo cuando se trata de una final. En el caso de los deportes de equipo, cuando llega el final de liga, si este es apretado, esa final se magnifica, el destino y trabajo de toda una temporada en un solo partido, en 90 minutos.

Ayer fue una tarde de emociones para muchos, de tristeza para unos cuantos, y creo que de alegría para bastantes más. No recuerdo que el descenso de un equipo alegrara a tanta gente como este del Villarreal. Para empezar en Castellón, por horas muy bajas ahora, ve como ese vecino pobre le tocó la lotería e iba pavoneándose por ahí. En Mallorca ni te cuento, una reclamación suya a la UEFA les dejo sin su ganada plaza de Europa League a favor del Villarreal. Y los seguidores del Real Murcia, hermanos del CD Castellón, y que también han sufrido alguna que otra lindeza, como ese gol en clamoroso fuera de juego el 9/02/08, en el minuto 93. Amén de los seguidores de Rayo, Granada y Zaragoza que ayer se salvaron con el descenso del Villarreal, y que seguro cantaron el gol de Tamudo más fuerte que uno de su equipo, entre los que mi incluyo. Eso en primera, porque en segunda, al descender el Villarreal B de manera automática, hay una plaza menos de descenso entre el resto.

Se quejan de que el gol fue en fuera de juego y en el descuento… de que me suena? La venganza se sirve fría, aunque no hayamos podido ser nosotros mismo quienes la sirvamos. No se vanaglorian de ser el submarino, pues a hundirse.

El descenso del Villarreal permite que sigamos disfrutando en primera de uno de los mejores grupos ultras de España, Bukaneros. Al menos un año más.