Así es como denomina un conocido al sentimiento murciano que hay en ciertos pueblos de la Región de Murcia, como Cartagena, Lorca, Yecla, Jumilla,… Es ese sentimiento de creer que su pueblo es la capital del universo y que todo el dinero de la Comunidad sólo va a parar a la capital. Evidentemente parte de razón tienen, pero lo que no llegan a entender es que ahora mismo en la capital vive casi la mitad de la población de la Región de Murcia, y que parte de la culpa de que sus pueblos no avancen la tienen ellos mismos. Es ese sentir de: “Yo no soy de Murcia, soy de…”.
Los habitantes de estos pueblos creen que ellos son lo más de lo mas, y que si la capital tiene eso o se hace esto otro, porque ellos no tienen que tenerlo (Universidad, centros comerciales, autovías, auditorios,…). En lugar de mirar tanto fuera, y envidiar lo de otros, deberían mirar hacia si mismos y ver que tienen ellos que no tienen los demás y potenciarlo.
En el ámbito futbolístico este sentimiento se demuestra exponencialmente. No entienden porque los medios de comunicación dedican más espacio o tiempo al Real Murcia estando en 2ª B, la misma categoría que otros equipos murcianos o incluso por debajo de otro (el Balsicas, que es su verdadero nombre). Almas de cántaro, como la mayoría son catetos futbolísticos de Tipo 1 (
Catetos futbolísticos: manual para identificarlos), no entienden que estos medios se dirigen a quien tiene más aficionados o abonados, ya que es el público que potencialmente más va a consumir su producto. ¿O es que el MARCA le dedica el mismo espacio al Real Madrid que al Racing o incluso al Atlético? ¿O el SPORT el mismo al Barça que al Español? Pero claro, como ellos son realmente de esos equipos, creen que ocurrirá lo mismo con sus segundos clubs, a los que apoyan solo cuando ganan o van bien. Si de verdad fueran del club de su pueblo, sus estadios serían verdaderas hoyas a presión todos los partidos, pero la realidad evidencia su triste vida, donde sus campos están casi vacios, mientras ellos están viendo a su Madrid o Barça ganar y darle la alegría del fin de semana. Sólo cuando el opresor equipo centralista visita sus feudos, es cuando el campo presenta un aspecto más “normal”. Eso sí, sus aficionados muestran más énfasis en insultar al contrario, que en animar a su propio equipo aunque sólo sea una vez al año, o en la vida.
Pero, al final el tiempo pone a cada uno en su sitio, y los insultos al final se trasforman en impotencia cuando ves que el equipo de tu pueblo es goleado y desciende, o incluso desaparece. Algunos de ellos incluso pensarán que mejor, así pueden dedicarse en exclusiva a su verdadera pasión, el borreguísimo mandril-farsa de bar. Dedicado a los grandes antimurcianistas del Yeclano (estáis donde os merecéis, y es poco), Jumilla (así habéis defendido 82 años de historia), Balsicas (lo de FC Cartagena es un postizo, ya os llegara vuestra hora) o Lorca Deportiva (otros que se lanzaron en masa a la calle para defender a su club).
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En lo referente a este último caso, espero que lo acontecido tras el terrible terremoto del pasado 11 de Mayo, haga reflexionar a más de uno. Los murcianistas no tenían nada en contra de Lorca ni de su club, incluso se celebraban los goles del equipo lorquino en La Condomina, pero su actitud hizo cambiar muchas cosas. Pese a los insultos y menosprecios, el Real Murcia y su afición ha demostrado más señorío, y ha apoyado tanto a su equipo, como a su afición y población en los momentos difíciles. Como ejemplo, el último partido de liga contra el Estepona. Debido a que el ejército había montado un hospital de campaña en el Artes Carrasco, el Real Murcia ofreció su estadio para que el Lorca disputara tan vital encuentro. Éste y el del siguiente miércoles entre el Real Madrid y la Selección Murciana, con el perjuicio que podría tener el césped para el domingo siguiente, en el que el Real Murcia se jugaba toda la temporada en el Play Off contra el Lugo. Pero no sólo el club se volcó, sino también la afición del Real Murcia, la misma que había sido insultada (tanto en Lorca como en Murcia) e incluso victima de lanzamiento de objetos por parte de un sector de la afición lorquina, acudió a dar muestras de su apoyo a Lorca, y para que este club murciano conservara la categoría. Algo más de 4000 personas acudieron al encuentro, muchos de ellos ataviados con sus bufandas y banderas murcianistas, cifra que no ha visto el equipo lorquino en sus gradas en 2ª B desde hacía décadas. ¿Quién está ahora en contra de quien?
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